Servir, proteger y acompañar

La Jefatura de policía de Cerro Largo celebró sus 195 años de creación, casi dos siglos al servicio del orden
La Jefatura de Policía de Cerro Largo conmemoró el pasado 8 de octubre, un nuevo aniversario de su fundación, al cumplirse 195 años desde su creación en 1830, por disposición del entonces presidente de la República, Fructuoso Rivera, quien actuó junto al ministro del Interior de la época, doctor Juan Francisco Giró.
Aquel decreto, firmado apenas unos meses después de la Jura de la Constitución, dio origen a una de las instituciones más antiguas del país, encargada desde entonces de velar por el orden público, la protección de los habitantes y el cumplimiento de las leyes en el territorio departamental.
El primer jefe político y de policía designado para Cerro Largo fue don Florencio Olivera, figura que marcó el inicio de una extensa historia institucional. Desde entonces, y a lo largo de casi dos siglos, 61 jefes han pasado por la conducción del cuerpo policial, adaptando la función de la fuerza a los nuevos tiempos, pero manteniendo siempre como eje el compromiso con la seguridad de la población.
En la actualidad, la Jefatura se encuentra bajo el comando del Comisario General (R) Gerardo Jorge, acompañado por el Comisario Mayor Larry López, quien ejerce la Sub Jefatura, y el Comisario Mayor Ramiro Argüello, responsable de la Dirección de Coordinación Ejecutiva. Bajo su conducción, la institución continúa fortaleciendo su estructura operativa y profundizando las políticas de proximidad con la ciudadanía.
El departamento de Cerro Largo está dividido en Zonas Operacionales que abarcan 16 seccionales policiales, cada una con su respectiva comisaría. Estas dependencias son las encargadas de atender los asuntos de seguridad en sus jurisdicciones, articulando su trabajo con las unidades especializadas en Violencia Doméstica y de Género, que han tenido un rol cada vez más relevante en la prevención y atención de casos de vulnerabilidad.
Durante los actos conmemorativos realizados ayer, se destacó el valor histórico y social de la Jefatura como institución que ha acompañado la evolución del departamento desde sus orígenes. Desde los primeros destacamentos rurales, cuando el territorio era aún una frontera en formación, hasta la actualidad, donde la labor policial se apoya en tecnología, capacitación y estrategias de gestión modernas, la presencia de la fuerza del orden ha sido constante en la vida de Cerro Largo.
A lo largo de estos 195 años, la Policía departamental ha enfrentado desafíos de todo tipo: desde conflictos de frontera y períodos de inestabilidad política en el siglo XIX, hasta los retos actuales vinculados a la convivencia ciudadana, la seguridad vial y el combate al delito organizado. En cada etapa, la institución ha sabido adaptarse, profesionalizarse y reafirmar su misión de servir a la sociedad.
El actual comando ha impulsado en los últimos años una política de apertura hacia la comunidad, fortaleciendo los vínculos con centros educativos, organizaciones sociales, autoridades locales y medios de comunicación. También se ha avanzado en la incorporación de nuevas tecnologías para la gestión de la información, el control territorial y la respuesta ante emergencias, en coordinación con el Ministerio del Interior.
En su mensaje por el aniversario, el Jefe de Policía subrayó el compromiso del personal con la ciudadanía y reconoció la dedicación de los funcionarios en cada rincón del departamento, tanto en la capital como en las zonas más apartadas. “Ser policía en Cerro Largo significa servir, proteger y acompañar a nuestra gente con respeto y profesionalismo”, expresó. La fecha fue también ocasión para recordar a quienes dejaron su huella en la institución, y para reafirmar los valores que guían la función policial: el respeto, la vocación de servicio, la ética y la defensa de la vida.
Casi dos siglos después de su creación, la Jefatura de Policía de Cerro Largo sigue siendo un pilar fundamental en la estructura del Estado y una referencia en la historia del departamento. Su permanencia y adaptación a los nuevos tiempos confirman el papel esencial que cumple en la seguridad, el orden y la convivencia de toda la comunidad.