Con edición genética, buscan cultivar arroz en el océano
Un arroz editado genéticamente para tolerar la alta salinidad del agua, podría ser el primero de cultivos básicos sembrados en el mar.
¿Alguna vez te has preguntado por qué no aprovechamos el agua de mar para la agricultura? Aunque es una buena idea, la excesiva salinidad de estas aguas hace imposible que las plantas puedan crecer y prosperar en este ambiente. Sin embargo, una nueva star-up quiere aprovechar la tecnología Crispr/Cas9 para cultivar arroz editado genéticamente en el mar.
Si bien puede sonar como una locura, lo cierto es que esto ya ha sucedido en el pasado.
Todos sabemos que la vida se originó en el océano hace cerca de 500 millones de años. Por eso, algunos pastos marinos tuvieron que adaptarse a crecer en un ambiente de salobridad excesiva.
De acuerdo con Luke Young, cofundador de la start-up Alora, los mismos genes que permitieron a este tipo de plantas florecer en el mar, permanecen dormidos en cultivos terrestres actuales como el arroz, el trigo y el maíz.
“Pude encontrar un patrón particular en ocho genes de plantas, como pastos marinos y manglares, que trabajan juntos para permitir que la planta no solo se defienda contra el ambiente salino, sino que efectivamente la usa para su propio beneficio como forma de potenciar el crecimiento”, explica cofundador y también biólogo de la Universidad de Durham en Reino Unido.
Precisamente, el objetivo que tiene Alora es lograr activar estos genes en el arroz, el tercer cultivo más importante del mundo, después de la caña de azúcar y el maíz.
“Podemos activar esos genes en cultivos terrestres con el mismo patrón que estas plantas marinas sin introducir nada más de ningún otro organismo”, añade. Esto es posible utilizando la edición genética con Crispr/Cas9, una tecnología que permite editar el genoma de un organismo sin ADN foráneo.
Primeras pruebas para sembrar arroz editado genéticamente en agua.
El arroz es especialmente susceptible a la salinidad, un fenómeno que se presenta cada vez más en el mundo debido a la extracción de agua del subsuelo de la Tierra y al aumento de los niveles del mar debido al cambio climático.
Esto es especialmente notorio en varios países del sudeste asiático, como China, Bangladesh o Vietnam. Justamente en este último país, la empresa Alora planea comenzar sus primeros cultivos de prueba en agua, específicamente en las aguas del delta del río Mekong.
Si bien este río recibe agua de mar naturalmente, sequías continuas y las represas en su cause, han afectado la capacidad del río para desalinizar sus aguas. Esto ha impactado negativamente en la producción de arroz en Vietnam que, en 2021, fue el quinto mayor productor del cereal en el mundo.
“La sal produce dos cosas en plantas. Primero saca el agua, reduciendo la habilidad de crecer de las plantas y de defenderse contra los elementos. También ralentiza el metabolismo de la planta y perjudica su habilidad para hacer fotosíntesis, reduciendo el rendimiento”, explica Young.
Tras estos primeros cultivos de prueba, el plan de Alora es comenzar a sembrar arroz editado genéticamente en el océano. Para conseguir esto, primero se siembra el arroz durante dos a tres semanas en tierra y luego se transfieren a plataformas en granjas acuáticas.
Ante esta iniciativa, Young afirma que otras pruebas pilotos comenzarán en 2023 en Singapur, pero otros países han mostrado interés en el desarrollo, como Kenia, Namibia, Sudáfrica, Filipinas, Indonesia y Tailandia. (CRISPR en plantas)