Rurales

Presidente de INIA ante el Parlamento

En el estudio de la Rendición de Cuentas, INIA expuso sus necesidades para volcarlos a la investigación que favorece a toda la sociedad

 

En el marco del análisis parlamentario del proyecto de la ley de Rendición de Cuentas, autoridades del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) se reunieron con la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes para solicitar apoyo presupuestal.

Ante el impacto económico de la sequía en el agro, INIA prevé una caída del 20% en sus ingresos, por lo que solicita un refuerzo económico estatal mayor, dado que fue disminuido en la última Ley de Presupuesto.

La delegación del Instituto estuvo integrada por su presidente, José Bonica; el vicepresidente, Walter Baethgen; cuatro representantes de las gremiales de productores que integran la Junta Directiva, Martín Gortari, Alejandro Henry, Rafael Normey y Diego Bonino; el director nacional, Jorge Sawchik, y la técnica principal de Administración y Finanzas, Victoria Genta.

Bonica explicó que “al inicio de esta Administración, cuando se aprobó la Ley de Presupuesto, estábamos en plena pandemia, eran grandes los temores y el aporte a la institución por parte del Estado se restringió. Según la ley de creación de INIA original, el 50% de la financiación le correspondía al Estado y el otro 50% a los productores, pero estamos recibiendo los mismos pesos corrientes desde el Estado desde 2015. Esto hace que esa relación teórica 50-50, hoy y hasta el 2025 sea casi de 70-30”, explicó Bonica.

Según las estimaciones que presentó la delegación a los parlamentarios, ante el impacto de la sequía en el sector privado, los ingresos de INIA vía aporte de los productores bajarán un 20% en 2024. “No pedimos compensar ese monto. Somos conscientes de la situación del país y los desafíos que afronta, pero la investigación es conveniente que se mantenga con un nivel de actividad y ese nivel representa, en dinero, US$ 2.500.000 para este año y otros USD 2.500.000 hasta que termine esta Administración”, detalló.

Desde INIA también hicieron hincapié en la relevancia estratégica que tiene su quehacer para Uruguay, en la medida que es el Instituto generador de información científica y tecnológica más importante para el agro nacional, que es el sector con mayor incidencia en la economía. “Más o menos se estima que por cada dólar que se invierte en INIA, el país se beneficia con ocho o diez dólares. Ese es el retorno por generar buena información basada en ciencia”, afirmó Baethgen.

El vicepresidente también repasó desafíos que enfrenta Uruguay como país agroexportador y que requieren ciencia para abordarse. “El caso más claro lo tuvimos recientemente con la crisis hídrica. Aprendimos con creces las necesidades de contar con un buen plan de riego, que es un tema que INIA estudia hace mucho tiempo. Otro asunto es la huella ambiental de los alimentos que producimos. Eso requiere buena información y ser capaces de certificar que somos diferentes, para que nos abran mercados que pueden pagar un poco más por lo que producimos”, señaló, entre otros ejemplos.

En representación de los productores, Alejandro Henry manifestó preocupación por el desbalance de los aportes. “INIA se creó por unanimidad política hace más de 30 años y el sector privado nunca se cuestionó su aporte. Pero sí sentimos una gran preocupación por el retiro paulatino de fondos del Estado para la generación de ciencia, que no solo va dirigida a los productores, sino a toda la población que quiere consumir alimentos más sanos e inocuos, que no quiere verse afectada por la sequía y que quiere un país más responsable ambientalmente”, detalló.

Además, señaló que el trabajo de INIA ha permitido que Uruguay se adelante a problemas y esté preparado para prevenirlos o combatirlos adecuadamente. “Imaginen si para el Covid-19 hubiéramos tenido la solución antes de que llegara. En INIA hacemos eso. La inversión que le pedimos al Estado es para seguir haciendo ciencia que va a respaldar la medición de huella ambiental, el país neutro y los bonos verdes que se liberaron. Eso requiere respaldo científico y es lo que hace INIA”.

Por su parte, el director nacional apuntó que la institución está haciendo grandes esfuerzos en administrar de la mejor manera los recursos, pero precisa un refuerzo. “La demanda de fondos que hacemos en esta Rendición de Cuentas no es para incrementar el salario de nuestros investigadores, es para invertirla en proyectos de investigación cuyos resultados impactan en todo el país. Los investigadores de INIA quieren hacer cosas, pero para completar la agenda de investigación hasta el final del ejercicio de esta Administración necesitamos el refuerzo presupuestal”, dijo.

En ese marco, Sawchik repasó algunos temas sobre los que investiga INIA que tienen un beneficio directo en los consumidores y en la competitividad del país. “Financiar estos proyectos de investigación y poder realizar las inversiones para esos fines son cruciales para dar respuestas a las necesidades del Uruguay”, subrayó.

Bonica finalizó enfatizando que la decisión que se tome en esta Rendición de Cuentas afectará los recursos del Instituto para los próximos dos años. “Nuestro objetivo es dejarle el mejor INIA posible a la nueva Administración, pero con esta merma de ingresos no lo vamos a lograr. Ya se hicieron muchos ahorros y amortizaciones, pero el Instituto no se puede seguir achicando. Para no herir en forma estructural la investigación agropecuaria nacional, se necesita un apoyo extra del Estado”. Los integrantes de la Comisión de Presupuesto escucharon atentos a la delegación y aseguraron conocer el impacto de INIA en el Uruguay y el valor agregado que ha generado. También afirmaron ser “conscientes de la importancia de la ciencia en el país” y que “en eso nos va el futuro”, por lo que garantizaron que estudiarán el caso.

 

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