Investigación recopila recomendaciones para atender a menores víctimas en casos de femicidio
Tras un acuerdo entre la Fiscalía, el INAU, la Facultad de Psicología y Unicef, se elaboró un documento con pautas para desarrollar protocolos que permitan atender la situación de hijos de víctimas de femicidios. El presidente del INAU, Pablo Abdala, reconoció la necesidad de un abordaje integral con acciones para mitigar el impacto de estos hechos y destacó que el trabajo se realizó con base en testimonios de damnificados.
Este 19 de octubre se presentó el documento “Impacto del femicidio en la salud mental y trayectoria de vida en niños, niñas y adolescentes”. Participaron en la actividad el presidente del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), Pablo Abdala; el fiscal general de la Nación, Juan Gómez; el decano de la Facultad de Psicología de la Udelar, Enrico Irrazábal, y el representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Michel Guinand.
El trabajo se efectuó en el marco de un acuerdo, suscripto en 2021, entre la Fiscalía, el INAU, la Facultad de Psicología y Unicef acerca de la necesidad de profundizar el conocimiento sobre la situación de hijos de mujeres víctimas de femicidio y desarrollar protocolos que permitan darles una respuesta adecuada.
El documento final se elaboró con base en los testimonios de las víctimas, a partir de los cuales se compiló una serie de recomendaciones vinculadas al impacto que genera en los niños la violencia familiar y cómo proceder desde las instituciones ante los episodios de femicidio.
Las sugerencias incluyen temáticas como la asistencia integral a los menores y la familia, y, en particular, a los nuevos cuidadores. Se procura también mejorar la atención en el interior del país, donde las carencias son más evidentes que en la zona metropolitana.
Abdala dijo que la violencia contra los niños crece de forma sostenida. En 2021 hubo 7.035 casos atendidos por el Sistema Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia contra la Violencia (Sipiav), y este año se superará largamente ese guarismo, ya que en junio había 6.000 anotados. Además, hay un subregistro porque no todos los casos son denunciados.
Explicó que los niños y adolescentes que sobreviven a la muerte de su madre en un crimen requieren de una contención muy especial en el momento traumático y luego, en la reparación del daño.
El jerarca reconoció que en algunos casos terminan institucionalizados en centros del INAU, pero, en otros, los niños quedan a cargo de referentes adultos que asumen su tenencia. En ambas situaciones, es necesario que el sistema los acompañe.
Añadió que es fundamental extender estas recomendaciones a las instituciones educativas y a formadores del INAU, que son quienes atienden a estos niños.
Mizrahi, en tanto, mencionó que esta alianza con la Fiscalía y la Universidad de la República permite visibilizar lo que sucede con los menores cuando ocurre un femicidio y recordó que estos crímenes se producen en el ámbito del hogar, en cualquier momento, por lo que es fundamental contar con técnicos que apoyen, junto con la Unidad de Víctimas de Fiscalía, en la atención inmediata y la reparación de daños a largo plazo.
Indicó que se debe acompañar, asimismo, a las familias que reciben a los niños, tanto desde el punto de vista psicológico como de los recursos.
Según los datos que brindó la jerarca, en el último semestre hubo 19 femicidios y 8 niños muertos en esas circunstancias, lo que denota situaciones de violencia estructural.