Feliz aniversario

Melo celebra sus 230 años: tierra de historia, poesía, caudillos y coraje
Una ciudad que nació al abrigo de las luchas, la cultura y el alma oriental.
Hoy 27 de junio, la ciudad de Melo celebra su 230° aniversario. Fundada oficialmente en 1795 por Agustín de la Rosa —aunque la historia oral y escrita la atribuye también a la decisión estratégica del virrey Nicolás de Arredondo—, la capital de Cerro Largo es hoy una ciudad rica en historia, en cultura y en símbolos profundamente arraigados a la identidad nacional.
Melo no es solo un punto geográfico en el noreste del país. Es una patria chica que ha dado grandes nombres a la historia de Uruguay, un crisol donde conviven el arte, la política, la tradición, la espiritualidad y el compromiso con el país profundo.
CUNA DE POETAS, TIERRA DE LETRAS
Cuando se dice que Melo es tierra de poetas, no se trata de una metáfora. Aquí nacieron o vivieron figuras esenciales de la literatura nacional, como Juana de Ibarbourou, la inolvidable “Juana de América”, cuya voz poética trascendió las fronteras del continente. Junto a ella, también dejó su huella el escritor y filósofo Emilio Oribe, figura fundamental del pensamiento uruguayo del siglo XX.
En esta misma tierra florecieron también otras almas sensibles como Amalia de la Vega, voz y pluma del canto popular, o el siempre recordado Byron Vaz, un poeta de tono social y mirada profunda. La lírica, en Melo, brota del paisaje, de la historia, de la memoria popular y del dolor transformado en arte.
LA CIUDAD DE LOS CAUDILLOS
Melo fue tierra de caudillos, de enfrentamientos históricos y de proyectos políticos que marcaron el destino de la nación. Aquí se afincaron y dejaron huella líderes como Aparicio Saravia, figura emblemática del Partido Nacional, y Juan Francisco Ferreira, político de fuerte impronta, cercano a Terra y al viejo caudillismo blanco.
También es la ciudad que vio actuar al general Bernardo Suárez del Rondelo, militar de alto rango en las luchas civiles, y a los recordados Coroneles, Los, los Zabala y Pérez, símbolo de una tradición militar profundamente arraigada en el interior del país.
TIERRA DE MÉDICOS, EDUCADORES Y PATRIOTAS
El legado de Melo no se limita a la política. Esta ciudad también ha sido cuna de grandes profesionales y humanistas, como el doctor Francisco Matta, recordado por su ética y compromiso; el doctor Doroteo Navarrete, figura clave de la medicina rural; el médico Dr. Rincón Artigas y tantos otros que dejaron una huella en la salud, la docencia y la organización comunitaria.
En este aniversario, también se recuerda con emoción la figura del padre José Reventós, quien desarrolló una labor humanitaria inmensa en la Cruz Roja, atendiendo heridos en los campos de batalla y marcando el rostro social de la iglesia comprometida con los más necesitados.
UNA CIUDAD QUE RESPIRA CULTURA Y TRADICIÓN
Melo es también una ciudad profundamente cultural. Aquí surgieron agrupaciones sociales, artísticas y barriales de enorme trascendencia. Desde sus clubes sociales tradicionales hasta espacios como el único club de negros del Uruguay, que aún conserva la memoria viva de la herencia afrodescendiente, la ciudad ha sabido conjugar la diversidad con la integración.
En sus calles y plazas se gestaron los naranjales, como lo contó Juana en su poema, las primeras murgas, los tablados barriales y las festividades tradicionales. Desde la Semana de Melo hasta las celebraciones de carnaval, la ciudad es una usina constante de expresión popular.
DEPORTE Y HAZAÑAS: DEL FÚTBOL AL AJEDREZ
No pueden faltar en esta celebración los nombres de los deportistas que han llevado en alto el nombre de Melo, dentro y fuera del país. Desde jugadores de fútbol que brillaron en la capital o el exterior, hasta referentes del ajedrez, el atletismo y el ciclismo, la ciudad ha sabido formar talentos que combinan la pasión con el sacrificio.
FUENTE DEL BICENTENARIO: SÍMBOLO Y MEMORIA
Este 27 de junio, además del aniversario de la ciudad, se conmemoran 30 años de la inauguración de la Fuente del Bicentenario, ubicada en una de las zonas neurálgicas de la ciudad. Fue inaugurada en 1995 por el entonces intendente Villanueva Saravia, como un homenaje a los 200 años de fundación de Melo.
Más que una fuente ornamental, es un símbolo del tiempo, del paso de las generaciones y de la continuidad de una comunidad que celebra su pasado mientras proyecta su futuro.
ENTRE LA LEYENDA Y LA HISTORIA: EL CORAJE DE NICOMEDES CORONEL
En los relatos que cruzan historia y leyenda, también aparece el nombre de Nicomedes Coronel, el oriental que habría dado muerte al general argentino Justo José de Urquiza, en un acto que marcó un antes y un después en la política del Río de la Plata. Si bien no todos los historiadores coinciden en la autoría, la figura de Coronel quedó grabada en la mitología local como símbolo de coraje y determinación.
230 AÑOS DE IDENTIDAD, PERTENENCIA Y MEMORIA
Hoy Melo celebra sus 230 años de historia, con orgullo por el camino recorrido y esperanza en el futuro. Desde sus primeros pasos como pueblo de frontera hasta convertirse en una ciudad consolidada, la capital de Cerro Largo ha sido testigo y protagonista de momentos clave del país.
Más allá de las cifras y los aniversarios, Melo es su gente, su memoria, sus silencios y sus luchas. Es la tierra donde confluyen la poesía, la rebeldía, el compromiso social y la calidez de un pueblo que no olvida de dónde viene.
En este nuevo aniversario, la ciudad se abraza a sí misma y a su historia, honrando a quienes la construyeron con palabras, con sangre, con arte o con esfuerzo cotidiano.