Sociales

Tumba del fraile muerto

La historia de recuperación de una lápida

 

José Díaz, que le da el nombre a la ciudad de Cerro Largo tiene toda una historia detrás de ese nombre.

Se trata de una valiosa piedra labrada a mano, lo que constituye una de las primeras manifestaciones de sepulturas cristianas señaladas de Sudamérica.

Fue recuperada hace 15 años, estuvo 140 en la tumba y 115 en el depósito del museo histórico nacional en Montevideo.

Integrantes de la Comisión del Patrimonio Histórico Nacional sólo la prestaron para los festejos de los 100 años de la ciudad, con la condición que fuera devuelta, pero el pueblo se hizo fuerte y no la devolvió, hace siete años, fue destinada definitivamente al Pueblo.

José Díaz, que murió a la orilla de un arroyo sin nombre en el año 1753, (Fraile Muerto se llama hoy), en honor a este religioso de la Orden de Paula de Portugal. Sobre la margen derecha de Fraile Muerto, en medio de una arboleda, descansan todavía sus restos señalados tan sólo por una gran cruz de hierro.

Al morir, sin embargo, se colocó una enorme piedra (Lápida), tallada en castellano arcaico: en la que se puede leer: 1753 M. AQUÍ JASOP JOSE DIAZ – C.P.E. CAQPDD PAL” (1753 marzo. Aquí yace el padre José Díaz, confesor perteneciente a la Orden de Paula de Portugal). Esa lápida es considerada la más antigua de un religioso por estas tierras, pero en 1893 inexplicablemente fue trasladada a Montevideo, donde permaneció como pieza de museo por más de cien años. Sin embargo, los vecinos, y ciudadanos nacidos en la ciudad de Fraile Muerto pero actualmente residentes en Montevideo la recuperaron en calidad de préstamo para los festejos de los 100 años del pueblo, y nunca más fue devuelta al considerarla una propiedad de este territorio y no de museo. En la actualidad, a 18 años de haberla recuperado, se la puede ver a la entrada de la iglesia de la ciudad para la cual le fue confeccionado un pedestal con una protección en vidrio.

 

Proceso de recuperación:

 

No fue fácil, los diputados de aquel entonces, Gustavo Silveira (PC) y Sergio Botana (PN), y algunos ediles, entre ellos Tania González, manejaban la información sobre la ubicación de la piedra histórica. De acuerdo a la edil González, estaba prácticamente tirada en un depósito del museo de la ciudad vieja y al enviar la nota de petición, firmada por la población de Fraile Muerto, los Diputados, Ediles y el Intendentes, respondieron que “si vamos a devolver todas las piezas que tenemos a cada lugar, el museo queda sin nada”, recordó la edil Tania González.

De todas formas, la población aceptó trasladarla a Fraile Muerto en calidad de préstamo, pero luego se negaron a devolverla” dijo el exdiputado Gustavo Silveira.

Hace siete años una arquitecta de la Comisión de Patrimonio Histórico visitó Fraile Muerto y accedieron a firmar un acta, donde destinan finalmente la lápida a esta centenaria ciudad, que luchó por recuperar lo que consideró de su propiedad.

 Carta de petición: De acuerdo a historiadores que recogieron material para lo que fue la nota enviada a las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura para lo que fue el proceso de recuperación de la lápida, establece que “en el año 1753 cuando a un destacamento español que transitaba por la zona se le murió uno de los Frailes que lo acompañaban.  El clérigo fue sepultado en las márgenes del arroyo que atravesaba la zona, señalando su tumba con una piedra labrada a mano, lo cual constituye una de las primeras manifestaciones de sepulturas cristianas señaladas de Sudamérica. Es necesario que la lápida se mantenga en esta ciudad, termina diciendo la nota con cientos de firmas.

 

Fraile Muerto:

 

En la última década de 1800, nace un pequeño núcleo poblado, que, en 1906, fue denominado Pueblo Wenceslao Silveira. Dos años después (1908), «Fraile Muerto», a causa de la instalación de la estación de ferrocarril. En 1918, se transformó en Pueblo Fraile Muerto, con sus dos Barrios: Silveira y Mazziotta. En 1958, se denominó Villa Fraile Muerto y hoy, en el presente, ha sido nombrada ciudad de Fraile Muerto, con motivo de celebrarse el centenario de su proceso fundacional.

Lo que hoy es la ciudad de Fraile Muerto está formada por dos fraccionamientos, ubicado en la margen izquierda del arroyo Fraile Muerto y el otro en la derecha. El primero de ellos surge en noviembre de 1906, y es conocido como Wenceslao Silveira. El segundo es fundado el 3 de enero de 1908 como consecuencia de la llegada del ferrocarril al lugar, y se lo conoce como pueblo Fructuoso Mazziotta.

Por Ley 18.653 del 15 de marzo de 2010 se crea el municipio de Fraile Muerto perteneciente al departamento de Cerro Largo que tuvo una alcaldesa (reelecta) llamada Graciela Echenique, hoy Secretaria General de la Intendencia, cuyo hijo, Gastón Nauar fue electo en las pasadas elecciones departamentales como Alcalde. La ciudad fue poblándose con la llegada de inmigrantes de distintos puntos de Europa, principalmente italianos, españoles y franceses. También alberga a la segunda comunidad Sirio Libanesa más grande del país. Con motivo de su centenario, la comunidad de Fraile Muerto preparó un gran festejo del 3 al 6 de enero de 2008.

Fue en el año 1753 cuando a un destacamento español que transitaba por la zona se le murió uno de los frailes que lo acompañaban.

El clérigo fue sepultado en las márgenes del arroyo que atravesaba la zona, señalando su tumba con una piedra labrada a mano, lo cual constituye una de las primeras manifestaciones de sepulturas cristianas señaladas de Sudamérica.

 

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