Recordamos a Wilson Ferreira Aldunate
Poseedor de irresistible carisma personal, vivaz inteligencia, estudioso, supo aunar conocimientos con razonamientos, lo que lo transformó en un brillante orador, dueño de una dialéctica difícil de igualar en los estrados parlamentarios. Duro en el combate político, también conciliador cuando el bien del País lo necesitó. Luchador sin claudicaciones por sus ideales, nos dejó como valiosa herencia espiritual su inmenso Amor a la Libertad, por la Patria, el Respeto irrenunciable por la Constitución y el Sistema Republicano.
Podemos decir que proclamó siempre la necesidad de la reconciliación, la Unidad partidaria y el Estado de Derecho. En anteriores artículos lo llamé “blanco como hueso de bagual”. Además, lo definí como republicano inclaudicable y al decir del Dr. Tomás de Mattos: “caudillo intelectualizado”. Lo recordamos con una amplia y carismática sonrisa, vestido en forma impecable, educado, culto, “duro en el combate, tierno y cálido en sus afectos”; orientado a su esposa, hijos y nietos, y muy especialmente, al paisito, a la divisa blanca, al campo y a las tradiciones más puras.
Wilson es casi melense, nació en 1919 en Nico Pérez, en 1920, su padre, el Dr. Juan Ferreira Correa vino a esta ciudad para ejercer su profesión de médico, que la realizó con filantropía. En la entrada, por ruta 8, hay un busto dedicado por los pobres, que costearon una placa que dice “los pobres de Melo, agradecidos”. Dicen que la colecta tenía como condición que el aporte fuera muy bajo, de acuerdo a los ingresos de aquellos de bajos recursos que fueron auxiliados por el Dr. Ferreira, inclusive se denominó una calle (que existe hoy, después de…).
Don Juan Ferreira era blanco, pero nunca permitió que la política interfiriera con su profesión.
En 1993, se trasladaron a Montevideo para que el Doctor ocupara su Banca de Diputado. Poco duró su actuación en el Parlamento, éste fue disuelto por el golpe de Estado de Terra, Ferreira entró a trabajar en Salud Pública.
Hasta sus 14 años, Wilson disfrutó de una niñez feliz en Melo, él lo cuenta con nostalgia; sus correrías en libertad por las calles y plazas, cuando fue Monaguillo, sus 6 años en la Escuela N° 1 (egresó en 1929). Recuerda especialmente a su Maestra Celia Eccher. Ganó un concurso literario cuyo tema era “La patria en el pasado, en el presente y en el futuro”. Desde su primer día de clase, fue compañero y amigo de siempre, con el que sería el Dr. Alembert Vaz. Cursó sus dos primeros años en el Liceo N° 1 de Melo, a partir de 1933, siguió secundaria en el Liceo Rodó. Tuvo preferencia por la Historia y fue alumno entre otros del Prof. Oscar Secco Ellauri. Demostraba ser “improvisador brillante, sólido, estudioso, combatiente ardoroso en los debates juveniles, cargados de ingenio o de ironía”, al decir de Enrique Beltrán; Ya, en su época liceal, mostraba sus capacidades como buen orador, dialéctico imbatible, de profundo conocimiento y fuerte raciocinio.
Vivió fuertemente la muerte de Baltasar Brum, que lo marcó en su amor por la libertad, a la vez que se afirmaba su lealtad por la “divisa blanca”. Empezada la oposición a la dictadura, se incorporó al movimiento, sin tener 15 años. En el Ateneo debutó con su discurso político, allí comenzó su admiración y luego amistad con el Dr. Emilio Frugoni. Terminados los cursos de Secundaria, empezó la carrera de Abogacía. En 1939 empezó a escribir en el Semanario “Marcha”.
2 de mayo de 1944: el Dr. Juan Ferreira fallece a raíz de un accidente de la ambulancia que lo conducía como médico. Esto marcó su vida, tuvo que atender el campo, (estancia San Juan) que le quitaba tiempo para estudiar. No se recibió, aun teniendo aprobadas la mayoría de las asignaturas y de ser buen estudiante.
Quiso profundamente su trabajo en el medio rural, primero fue en San Juan y luego en Cerro Negro. Fue un hacendado que utilizó los medios más modernos para trabajar sus tierras. En Cerro Negro, terminó de construir las instalaciones en 1970, la disfrutó hasta 1973 (luego fue el exilio). La vinculación de Wilson con el campo fue muy importante en su vida.
Wilson en el Parlamento: empezó en 1954 cuando fue por seis meses suplente del Dr. Washington Beltrán. Ese año se incorporó a “Reconstrucción Blanca” (Nacionalismo Independiente) sin dedicarse plenamente.
En 1956-57 trabajó para ser Diputado por Colonia, lo fue.
1959 – primer gobierno Blanco del siglo. 8 de abril fallece el Dr. Luis A. De Herrera. Enseguida, las inundaciones.
1° de marzo de 1962, Wilson es nombrado Ministro de Ganadería y Agricultura. Ocupó el cargo todo el período: 1963-67. En octubre de 1964, el Partido Nacional dio a conocer el diagnóstico elaborado por la CIDE (Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico) en el que se recoge técnicamente todo lo referido al quehacer agropecuario nacional. La oficina que maneja los informes de la CIDE queda bajo la jurisdicción única del Ministro Ferreira. Fueron meses y meses de trabajo con un equipo humano de primer orden, dando un informe en el que se proponen soluciones en un conjunto de proyectos de ley que son respuesta al diagnóstico practicado. Es analizar los problemas, modificar lo negativo y estimular lo positivo.
Proyectos de leyes sobre: suelos y aguas, forestal, fertilizantes, cooperativismo, semillas, organización y sanciones, reformas de las estructuras agrarias. Casi todos se convirtieron en derecho positivo (en años posteriores) pero la ley más ambiciosa la agraria (la que mejores resultados hubiera producido) no tuvo andamiento. Ni el Partido Nacional acompaño.
En busca del avance tecnológico, creó organismos de investigación. Una de sus mayores alegrías fue inaugurar el edificio nuevo de “La Estanzuela”. Aportó fuerte apoyo con fondos y técnicos al Instituto Boerger, Instituto Rubino. Creó un instituto Centro de Investigaciones de Horticultura, Fruticultura y Vitivinucultura. Creó el Secretariado de la Lana. Se preocupó por organizar la erección de Silos (en Cooperativas). Con su amplia sonrisa, pero también duro en sus exposiciones, cuando fue necesario, demostró su amor al campo, a la gente que lo habita y al Uruguay.
Entre 1967-70, fueron históricas las interpelaciones a Ministros (de Industria, del Interior y otros) que debieron renunciar.
1969, formó el grupo Blanco “Por la Patria” en el que estaba el cerrolarguense y amigo de siempre, Dr. Alembert Vaz.
1971, se proclama la fórmula presidencial Wilson-Carlos Julio. Enorme, en respaldo popular, fue la gira política del 71. En Melo, lo anecdótico, fue que Nano Pérez lo esperó en el balcón de su casa, allí paso la Caravana Blanca, con Wilson encabezando, para saludar al caudillo popular.
Elecciones de resultados muy discutidos, los Blancos perdieron por mínimo de margen.
Noche del 27 de junio de 1973. Disolución de las Cámaras, ruptura de la constitucionalidad, Wilson y muchos más rumbo al exilio (Gutiérrez Ruiz y Michellini asesinados). Comienza para Wilson y Susana una odisea de muchos años; sufriendo la falta de la familia, de los amigos, de la Patria, del Cerro Negro que apenas lo había disfrutado en su esplendor (1970-73).
Tremendo castigo es el exilio, sus bienes confiscados, sin conocer nietos que habían nacido después del 73, sin disfrutar los otros. Ni siquiera poder usar su idioma (salvo con Susana o con amigos que siempre lo encontraban en algún lugar donde andaba).
Recorrió muchos países, europeos y americanos, siempre diciendo la peripecia de su país en poder de un “gobierno defacto”.
Fue enemigo incansable de la dictadura y viajero constante defendiendo los derechos humanos.
Vuelve a la Patria, pero todavía su calvario no había terminado; va preso al Cuartel de Trinidad.
Cuando lo liberan, en el ómnibus, saca la cabeza por la ventanilla y exclama: ¡Qué lindo este viento de cada día! ¡Qué lindo vientito uruguayo!
Cuando salió de una injusta prisión habló de Paz, de Democracia, de Gobernabilidad sin rencores, con Tolerancia y Respeto por las minorías en una Patria sin exclusiones, ofreciendo a sus adversarios políticos la Lealtad de su persona.
Cuando más agobiado te encuentres, recuerda su dicho: “Las nubes siempre pasan, lo que no se va es el azul del cielo”.
Prof. Teresita Pírez
– Material elaborado por la autora, del cual hay archivo en el Museo de Melo.