“Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”
Titulamos con la célebre fórmula contenida en la Constitución de la UNESCO.
Nuestro planeta está intensa y extensamente intercomunicado, por tal razón, los habitantes de nuestro mundo estamos terriblemente preocupados, pensando que, ¡otra vez! estamos en guerra. ¿Será el prólogo de una 3ª guerra mundial? ¿hasta dónde y hasta cuándo los seres humanos seguiremos resolviendo nuestros desacuerdos por la violencia, por la fuerza? ¿es una antinomia constante: Derecho y violencia? ¿Putin es la rencarnación de Hitler?.
La historia de la Humanidad es historia de guerras, de hombres que se obsesionan con el poder, ¿será que aún se sigue actuando como si los hombres siguen considerándose parte del reino animal, en el que prima la superioridad de la fuerza física?. Fuera física, que a través del tiempo, se reemplazó por las armas: es victorioso el que posee las mejores y es más diestro en su manejo.
Pasan los tiempos históricos y la supremacía de la fuerza bruta es sustituida por la supremacía intelectual. Aún así, el final de la lucha será vencer a la oposición, destruyéndola y obligándola a renunciar a sus aspiraciones, en la mayoría de los casos, se extermina al adversario y hay efecto disuasivo entre los demás. La historia nos llena de ejemplos de cómo actúa el vencedor: no mata, esclaviza al vencido o lo somete mediante un cálculo de provecho. Pero el vencedor pierde su propia seguridad merced la sed de venganza del sometido.
Los vencidos se unen, marchan camino al derecho de todos, la unión de la comunidad se organiza para permanecer estable, elabora sus reglamentos y leyes, estrechan sus lazos sentimentales. Hoy la Humanidad está institucionalizada y a través de sus órganos defensores que socaban los ímpetus totalizadores, implantan regímenes democráticos que socaban los afanes guerreros de los que no respetan los DDHH.
¡Por favor, que funcionen los caminos instaurados por los hombres pacifistas!. No queremos más guerras, no queremos seguir sufriendo el dolor de saber lo que está pasando el pueblo hermano de Ucrania. Pedimos que predomine una cultura de paz promovida por hombres y mujeres de buena voluntad. Todos los que trabajan por la cultura, lo hacen por igual contra las guerras.
También decimos que a la vez que luchamos por la paz, lo hagamos por igual buscando soluciones para sacar de la máxima pobreza en que viven millones de seres humanos, obligados a realizar migraciones masivas. ¿No será posible cambiar el gasto que se realiza en armamentismo, por ayuda humanitaria? La historia de la Humanidad nos enseña que los grandes cambios, en su origen fueron utopías.
Sigmund Freud escribe a Albert Einstein
El 30 de julio de 1932, Einstein escribe una carta a Freud, preocupado por la violencia nazi-fascista que se extiende por Europa. En setiembre de 1932, el padre del sicoanálisis le responde al físico, analizando las bases síquicas del comportamiento y precisando las vías que podrían conducir al cese de los conflictos que dividen a los hombres. Esta correspondencia fue publicada en 1933 con el título “¿Pourquoi la guerré?, por el Instituto de Cooperación Intelectual Internacional, que es el precursor de la UNESCO y constituye, junto a otros intercambios de opiniones de destacadas personalidades del mundo intelectual de la época, antecedente de la creación de la ONU en 1946. Su fin primordial fue consolidar en la mente de los hombres la búsqueda de la PAZ, cada vez más amenazada. ¡Sí tendrá valor el intercambio epistolar entre Freud y Einstein en 1932 y vigencia en el 2022!.