Año de crecimiento
CAIF, Club de Niños y Centro Juvenil en una misma línea de trabajo
La Obra Social Salesiana Picapiedras está cerrando un año que marcó un crecimiento exponencial no solamente desde el aspecto edilicio sino también en cuanto a la adaptación en los requerimientos de la comunidad para una mejor atención de niños y jóvenes.
Ya se comenzó con los primeros trabajos en el terreno lindero al Centro CAIF lugar donde en el futuro se intentará instalar un espacio donde se dicten cursos de los Talleres Don Bosco.
“Llegamos a fin de año con un saldo muy positivo que a su vez nos obliga a seguir pensando y proyectando todo lo que se ha puesto en práctica. Todos los cambios que planteamos a comienzos de año sabemos que no son lineales ascendentes, sino que son en forma de espiral. Justamente esos aparentes retrocesos que se van teniendo uno los toma como parte del aprendizaje para seguir fortaleciendo la Obra y el vínculo con la comunidad” sostuvo el Profesor Martín Álvarez.
“Estamos cerrando el trabajo con los distintos coordinadores teniendo claros los lineamientos para el año que viene. Evaluamos qué cosas nos dejó el año, qué cosas la realidad nos está pidiendo y qué cosas la realidad ya no nos está pidiendo” puntualizó.
“Debemos desligarnos de todo aquello que la realidad nos indica que ya no encaja, ya sea de las propuestas, ya sea del vínculo con la comunidad, ya sea de atender mucho más el tema de trabajar en clave de sistema junto con otras instituciones. Hay una realidad distinta y pide que Picapiedras esté de otra manera en la comunidad” manifestó el Director de la Obra Social Salesiana.
Se trabaja en la optimización de los recursos económicos y humanos para lo desgastarlos en cosas que ya la sociedad no demanda. “A veces tendemos a tener una visión un tanto nostálgica de cómo se hacían las cosas anteriormente” precisó. “Lo que nunca podemos perder son nuestras raíces. Es una de las preocupaciones que tenemos como Director en conjunto con todos los compañeros. Las instituciones se están burocratizando y en ese contexto tenemos que buscar el antídoto para no perder la humanización de las instituciones” exhortó. “Sí nos focalizamos demasiado en lo burocrático, en lo organizativo, se pierde el carisma que tiene que ver con lo vincular, con la llegada de los compañeros, con la llegada de los gurises y la forma de estar a lo Don Bosco, sabiendo que debemos cumplir con una parte burocrática porque tenemos convenios con INAU y porque nos parece positivo dar transparencia a la gestión, pero sin perder lo otro y que Picapiedras se transforme en una institución burocratizada. Tenemos que saber jugar ese juego, lograr el equilibrio” señaló.
“A veces por estar muy organizados se pierde el trato, el mano a mano, el vínculo con la gente, cosas fundamentales. Por eso una institución organizada, que cumpla con todo lo reglamentario pero que no pierda lo humano, lo vincular, que es un diferencial de Picapiedras” dijo Martín Álvarez.
CAIF, CLUB DE NIÑOS Y CENTRO JUVENIL
“Cuando la Obra arrancó y no había convenios esto era todo junto con un carisma mucho más a flor de piel dado por el empuje de todo inicio” recordó. “Cuando empieza a institucionalizarse, cuando aparecen los convenios que están muy buenos porque le dan sostenibilidad a las políticas de 1ª Infancia y Adolescencia se empieza a generar cierta separación que corta los procesos de trabajos” expresó.
“Estábamos viendo que había un horizonte común pero los compañeros del Centro Juvenil por ejemplo no se veían nunca con los del CAIF o con los del Club de Niños. La construcción de equipos transversales, cosa que está en proceso, lleva a que veamos la Obra como un todo con 300 niños y jóvenes” destacó. “Desde el CAIF trabajamos para dejarle algo al gurí cuando pase al Club de Niños y en el Club de Niños fortalecer los egresos para cuando pase al Centro Juvenil” explicó.
El Director de Picapiedras insistió que el gran desafío es la atención luego que los jóvenes egresan del Centro Juvenil. “Estamos con el Proyecto Joven. Nosotros habíamos armado un grupo de trabajo para el abordaje de la salud mental Ni Silencio Ni Tabú que sí bien no fuimos seleccionados nos encontramos con gente muy comprometida que el año que viene quiere ser parte de manera voluntaria para ponerle la energía para que ese proyecto salga” indicó.
AMPLIACIÓN EDILICIA
Ya se comenzaron a hacer los primeros movimientos de tierra en el terreno lindero al Centro CAIF. “Para ese lugar, el sueño son los Talleres Don Bosco, pero quizás podemos empezar a trabajar en conjunto con UTU trayendo algunos cursos para acá. Podemos tener una escuela técnica cerca, pero los gurises participan mucho más sí tenemos cursos acá. Queremos empezar por pequeñas cosas para llegar luego al gran sueño” finalizó diciendo el Profesor Martín Álvarez.