FAO registró una nueva caída en el índice de precios de los alimentos
Cayeron los índices de los cereales, lácteos y la carne.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dijo que el índice de alimentos que publica de forma mensual, en agosto tuvo una nueva baja, la quinta consecutiva. El promedio fue de 138,0 puntos (-1,9% menos que en julio). Pese al último descenso, el índice continúa alto, encontrándose 10,1 puntos (7,9%) por encima de su valor de hace un año.
Caída de los cereales
El índice de los cereales de la FAO registró en agosto un promedio de 145,2 puntos, es decir, 2,0 puntos (un 1,4%) menos que en julio, pero está a 14,8 puntos (un 11,4%) por encima de su valor de agosto de 2021.
En agosto, los precios internacionales del trigo disminuyeron 5,1%, lo que representa su tercer descenso mensual consecutivo, debido a una mejora de las perspectivas sobre la producción, especialmente en el Canadá, Estados Unidos y Rusia, y a una mayor disponibilidad estacional dado que están recogiendo las cosechas en el hemisferio norte, así como a la reanudación de las exportaciones desde los puertos ucranianos en el mar Negro por primera vez tras una interrupción de más de cinco meses. El trigo se mantuvo un 10,6% por encima de los valores alcanzados en agosto del año pasado.
Los precios internacionales de los cereales secundarios aumentaron apenas un 0,2% en agosto y se situaron en promedio un 12,4% por encima de sus valores de hace un año.
Los precios del maíz mostraron un leve incremento, del 1,5%, en gran medida influidos por las perspectivas de disminución de la producción en los Estados Unidos y la Unión Europea debido a las condiciones calurosas y secas, mientras que la reanudación de las exportaciones de Ucrania evitó que los precios aumentaran todavía más.
La cebada y el sorgo disminuyeron un 3,8% y un 3,4%, respectivamente.
El índice de todos los tipos de arroz se mantuvo estable en agosto, ya que los ligeros descensos en las cotizaciones de las variedades de arroz índica más comercializadas compensaron los leves aumentos de los precios en otros segmentos del mercado arrocero.
Baja de los lácteos
El promedio para el índice de los lácteos de agosto fue de 143,5 puntos, 3,0 puntos (2,0%) menos que en julio, lo que representa su segundo descenso mensual consecutivo, pero aun así se encuentra 27,3 puntos (un 23,5%) por encima de su valor de hace un año.
En agosto descendieron las cotizaciones internacionales de la manteca y la leche en polvo, debido principalmente a una menor demanda de suministros al contado por parte de la mayoría de los principales importadores, ya que las existencias seguían siendo suficientes para satisfacer sus necesidades inmediatas.
Las expectativas del mercado de un aumento de los suministros procedentes de Nueva Zelandia en la nueva campaña de producción también deprimieron los precios internacionales, pese a que siguió registrándose un descenso de la producción lechera en varias de las principales regiones productoras, como los Estados Unidos y Europa occidental.
Por el contrario, los precios mundiales del queso aumentaron por décimo mes consecutivo, como resultado de la firme demanda mundial de importaciones y el gran volumen de ventas internas, especialmente en los destinos turísticos europeos.
También bajó la carne
El índice de precios de la carne de la FAO quedó en agosto en 122,7 puntos, con un descenso de 1,8 puntos (un 1,5%) respecto de julio, lo que también representa su segundo descenso mensual consecutivo desde el máximo histórico alcanzado en junio de 2022, pero se mantuvo 9,3 puntos (un 8,2%) por encima de su valor de hace un año.
En agosto cayeron las cotizaciones internacionales de la carne de aves de corral, debido al descenso de las importaciones de los principales importadores y a unas disponibilidades exportables mundiales algo elevadas.
Los precios mundiales de la carne de vacuno descendieron a causa de la débil demanda interna en algunos de los principales países exportadores, lo que dio lugar a una subida de los suministros para la exportación, y de un modesto incremento de los suministros australianos.
Por el contrario, las cotizaciones de la carne de cerdo subieron a consecuencia de la continua limitación de la oferta de cerdos de matanza, mientras que los precios de la carne de ovino se recuperaron moderadamente, debido al aumento de la demanda de importaciones en algunos países europeos, lo que compensó la reducción de las compras de China.