Homenaje a la Memoria
Ademar Silvera “tenemos que acostumbrarnos a vivir en una revolución constante”
Ayer por la mañana, se llevó a cabo un emotivo acto de colocación de una ofrenda floral en la placa de Memoria situada en la Ruta 26, frente al Regimiento Patria de Caballería Blindado Nº 8, en Melo.
Contó con la participación de diversas autoridades y ciudadanos comprometidos con la causa de los derechos humanos.
El Maestro Ademar Silvera hizo uso de la palabra durante la ceremonia, destacando la importancia de recordar y honrar a las víctimas de la dictadura.
En su discurso, Silvera subrayó la necesidad de mantener viva la memoria histórica para evitar que hechos similares se repitan en el futuro.
El acto forma parte de la tradicional Marcha del Silencio, una movilización anual que busca rendir homenaje a los desaparecidos y reclamar verdad y justicia.
La actividad se ha convertido en un símbolo de la lucha por los derechos humanos en Uruguay, congregando a personas de todas las edades y sectores sociales.
Ademar Silvera, veterano luchador por los derechos humanos, recordó los tiempos oscuros de la dictadura y subrayó la necesidad de adaptación y cambio continuo en la lucha por la justicia y la verdad.
«Primero, aquellos tiempos no fueron más revolucionarios que los que vivimos hoy. Tenemos que acostumbrarnos a vivir una revolución constante, permanente, de cambio continuo,» dijo Silvera. Resaltó que la derecha ha modernizado sus métodos y medios, haciendo énfasis en la sofisticación de las herramientas actuales.
Silvera instó a la renovación generacional en la lucha por los derechos, reconociendo la importancia de permitir que nuevas voces tomen el relevo. «Tenemos que ir dejando lugares, permitir que la renovación se cumpla. Esto será historia dentro de poco tiempo.»
Recordando el pasado, describió los cuarteles convertidos en cárceles y campos de concentración, donde soldados se transformaron en carceleros y se emplearon métodos de tortura y represión. «Sus métodos, la tortura, el plantón, la picana, el submarino, las palizas, los perros, el secuestro y el asesinato se irán convirtiendo en datos de la historia. Seguirán los desaparecidos si no logramos arrancar la verdad donde esté y hacer justicia.»
Silvera también abordó los desafíos actuales, como el uso de nuevas tecnologías y formas renovadas de explotación y dominación. «El dinero, las adicciones, la impunidad, las nuevas tecnologías y las renovadas formas de analfabetismo, la inteligencia humana y la robótica, las nuevas formas de comunicación ya están generando otros tipos de dominio, de dominación, de explotación de las personas, de avasallamiento de los derechos humanos, una nueva forma de colonización y de dependencia.»
En un tono emotivo, recordó a sus compañeros que han fallecido recientemente, como Adán y «el flaco» Alvariza, quienes estuvieron presos durante la dictadura. «Los que estuvimos en los cuarteles, en estos actualizados campos de concentración, no fuimos los que luchamos contra la dictadura, apenas fuimos un elemento de presión y de resistencia,» afirmó.
Finalmente, Silvera rindió homenaje al pueblo y a los exiliados que mantuvieron viva la lucha desde fuera de los cuarteles, organizando grandes movilizaciones y acciones solidarias. «La dura lucha, mediante grandes movilizaciones o acciones solitarias y gestos solidarios, la dio la gente que vivía fuera de los cuarteles. Y fueron los miles de exiliados que multiplicaron esa lucha en el mundo. Fue el pueblo organizado.»
Concluyó con un llamado a la acción: «Las marchas que se harán en cientos de lugares en el mundo tendrán como objetivo central exigir que se sepa la verdad, que se haga justicia y nunca más dictadura.»