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Tras la huella de Soler

 

Alumnos del IFD visitaron el territorio donde funcionó el Núcleo Experimental de la Mina

 

Alumnos del Instituto de Formación Docente de Melo, acompañados por el docente del curso de Pedagogía, realizaron el pasado miércoles una visita al nucleamiento de Escuelas de Cerro Largo, que justamente agrupó hasta el año 1961 a 7 instituciones de Educación Primaria de la campaña, en un área de aproximadamente 250 km².

Los estudiantes de 1º E y 1º D de Profesorado y Magisterio respectivamente, acompañados por el Prof.  Marcos Hernández, enmarcaron esta experiencia como forma de vivenciar en la práctica el abordaje de los distintos contenidos curriculares que contemplan el aporte de grandes pedagogos uruguayos, como Castro, Ferreiro, Soler, entre otros.

El objetivo principal de esta salida didáctica fue «conocer el territorio donde se desarrolló el Núcleo Experimental de la Mina, contemplar su realidad actual, despertar y reforzar vocaciones y contextualizar lo estudiado en el aula» manifestó Hernández.

 

Relato de la experiencia educativa por parte de una alumna

 

Pilar Rodríguez, alumna de Profesorado de 1º E, cuenta a nuestro medio, como vivieron junto a sus compañeros esta instancia de aprendizaje e intercambio como forma de contextualizar la teoría y observar la realidad actual de lo que fue el Núcleo Experimental de la Mina.

«Un sentimiento de pertenencia brota en nosotros como alumnos de Formación Docente al interesarnos por este tema tan importante, brindado por el docente de Teorías Pedagógicas, Marcos Hernández.

Emprendemos el viaje con muchas sensaciones alegres de poder conocer el lugar que había sido referente de muchas vivencias que quedaron marcadas en muchas personas en el trayecto de su vida y que conjuntamente iba a marcar nuestro trayecto educativo como futuros agentes de importancia en las instituciones educativas.

Al llegar un poco desorientados, nos recibe la Directora Victoria Cuña, de la Escuela Nº 60 de la Mina. Conocimos los salones y el patio. Aún no habíamos ingresado al museo, pero habíamos conocido a unos seres más importantes, los niños, con características propias como la participación y el entusiasmo y con los cuales compartimos tiempo de calidad. Eran veintidós en total y solo tres de ellos provenían de la zona, los demás venían de Noblía.

Un dato que de cierta manera entristece, es que la matrícula escolar desciende cada vez más año a año en las escuelas rurales.

Los chicos conjuntamente con las maestras trabajan colectivamente con el modo de aula multigrado, este método constituye una realidad educativa predominante de las escuelas rurales.

La Directora nos comentó su forma de trabajo y la diferencia entre el agrupamiento y el nucleamiento. El agrupamiento difiere a cuando se juntan en la escuela Nº 60 con la Nº 28 y realizan actividades o proyectos. Actividades recreativas y pedagógicas. Por otro lado, el nucleamiento es cuando estas dos escuelas se juntan Y trabajan como si lo hicieran día a día.

Posteriormente, nos invitó a visitar el museo, este funciona desde el año 2017, vinculando las escuelas anteriormente nombradas y recoge parte muy importante de la historia pedagógica rural de nuestro país.

– Es dar a conocer el movimiento educativo que se llevó a cabo en esta zona del país durante los años 1954 y 1961.

– Contribuir en la conservación y difusión del patrimonio histórico educativo.

– Utilizar la investigación, la indagación, la observación y el cuestionamiento como herramienta pedagógica dentro y fuera del aula, sin duda que este es un objetivo importantísimo para los alumnos pertenecientes a esta escuela.

– Y por último, pero no menos importante, valorar, preservar, difundir la tradición, el respeto, la memoria colectiva que se transmite de generación en generación, el patrimonio que todos tenemos derecho a mantener vivo.

Conjuntamente, se destacan todos los importantes objetos que se encuentran dentro de este, tanto como libros provenientes del maestro Miguel Soler, como el cuaderno de la alumna sobre los trabajos en el hogar, como lo era tejer en ese momento y sobre todo la trascendente importancia de quien inculcaba estas tareas; Nelly Navarrete la maestra del hogar.

Sin embargo, nuestra visita, no termina aquí, sino que nos deparaba la Escuela Nº 28 de Puntas de La Mina, donde también tuvimos una bienvenida confortadora, entablamos diálogos con la maestra, los niños y conocimos el lugar.

Posteriormente, decidimos involucrarnos con los vecinos, donde una realidad diferente nos abrazó y de cierta manera nos marcó, conocimos a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, con estilos de vida diferentes, si se quiere, a los que estamos acostumbrados cada uno de nosotros.

El primero era alambrador, nacido y criado en la zona, quien luego de dialogar un rato y regalarnos limones, nos invitó a seguir recorriendo el camino, encontrándonos más adelante con su madre, quien fue cocinera de la escuela y nos comentó que, en la zona, hace muchos años, vivían unos mil habitantes. Muchos para los que residen allí hoy.

En la misma zona nos encontramos a otro vecino, alegre, trabajando con sus ovejas y donde nos saludó muy amablemente y nos contó que vive y se sustenta de allí y que su vida no es para cualquiera.

La última persona con la que estuvimos tiene una visión más modesta de la realidad, una señora que disfruta de su tranquilidad con su esposo y sus animales domésticos.

Sin dudas, esta salida fue una de las importantes de nuestro primer año formativo, donde conocimos otras realidades, compartimos tiempo de calidad con nuestros compañeros, adquirimos nuevos conocimientos tanto de los niños como de las maestras, quedando en nuestra memoria para siempre como educadores» Pilar Rodríguez.

 

Reseña histórica

 

El Núcleo Experimental de la Mina fue un proyecto presentado por el Maestro Miguel Soler en 1964 a autoridades nacionales de la Educación del momento.

Este proyecto consistía en nuclear 7 escuelas rurales para profundizar en la alfabetización de niños y adultos y promover mejores condiciones de vida en la población rural.

«Fue un ejemplo en la región porque además del trabajo pedagógico en las escuelas, se trabajó con las familias, procurando mejorar su calidad de vida. En ese sentido, se desarrolló una mejora en las condiciones de la vivienda rural (ranchos), se incentivó la producción, con un profundo e intenso trabajo, como el de la Maestra de Hogar, que recorría la campaña, incentivando a coser y tejer, yendo de casa en casa, promoviendo la higiene y la pintura del hogar, la confección de muebles con materiales reutilizables, entre otras actividades» manifestó el profesional de la educación.

Otro de los grandes aportes del proyecto para la población comprendida en el Núcleo Experimental de la Mina fueron programas en salud, economía, recreación, producción agrícola, y educación. «Esto mejoró notablemente las condiciones de los habitantes de la zona, porque pasaron a contar con personal capacitado para el desarrollo de todas estas áreas, como una enfermera, una odontóloga, un experto agrario, una Maestra de Educación Estética, y una experta en Manualidades Femeninas, que dependían de los respectivos ministerios» agregó el Profesor.

Aunque el gobierno de la época, extendió el nucleamiento hasta 1962, con la renuncia de Soler en 1961, el proyecto pierde impulso y este nucleamiento llega a su fin.

«Actualmente, las escuelas que permanecen en funcionamiento mantienen un buen vínculo y comparten experiencias e intercambios entre ellas» concluyó el Prof. Marcos Hernández.

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